domingo, 30 de septiembre de 2012

Las Etapas (Paulo Coelho)

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos. Como quiera llamarlo, lo importante es poder cerrarlos, dejar ir momentos de la vida que se van clausurando
¿Terminó con su trabajo?, ¿Se acabó la relación?, ¿Ya no vive más en esa casa?, ¿Debe irse de viaje?, ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente “revolcándose” en los porqués, en devolver el casette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos, a pasar la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la
Vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltar, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
No. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, documentos por tirar, libros por vender o regalar. Los cambios externos
pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja,
hay que vivir con sólo lo que tenemos en el presente!. El pasado ya pasó.
No esperen que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que alguna vez se den cuenta de quién es usted. Suelte el resentimiento, el prender “su televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas”, por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron
¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo!, si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni soberbia, sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio. Usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo, ni el entorno al que regresa será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque: cuando usted vino a este mundo ‘llegó’ sin ese adhesivo, por lo tanto es “costumbre” vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr porque, le repito, ¡nada ni nadie nos es indispensable! Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero…. cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
Paulo Coelho

sábado, 29 de septiembre de 2012

La Liebre y la Tortuga...


¿Recuerda la fábula? Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron una ruta y comenzaron la competencia.
La liebre arrancó a toda velocidad y corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose vencedora indiscutible.
Moraleja: Los lentos y estables ganan la carrera.
Pero la historia no termina aquí: La liebre, decepcionada tras haber perdido, hizo un examen de conciencia y reconoció sus errores. Descubrió que había perdido la carrera por ser presumida y descuidada. Si no hubiera dado tantas cosas porsupuestas, nunca la hubiesen vencido. Entonces, desafió a la tortuga a una nueva competencia. Esta vez, la liebre corrió de principio a fin y su triunfo fue evidente.
Moraleja: Los rápidos y tenaces vencen a los lentos y estables.
Pero la historia tampoco termina aquí: Tras ser derrotada, la tortuga reflexionó detenidamente y llegó a la conclusión de que no había forma de ganarle a la liebre en velocidad. Como estaba planteada la carrera, ella siempre perdería. Por eso, desafió nuevamente a la liebre, pero propuso correr sobre una ruta ligeramente diferente. La liebre aceptó y corrió a toda velocidad, hasta que se encontró en su camino con un ancho río. Mientras la liebre, que no sabía nadar, se preguntaba “¿qué hago ahora?”, la tortuga nadó hasta la otra orilla, continuó a su paso y terminó en primer lugar.
Moraleja: Quienes identifican su ventaja competitiva (saber nadar) y cambian el entorno para aprovecharla, llegan primeros.
Pero la historia tampoco termina aquí: El tiempo pasó y tanto compartieron la liebre y la tortuga, que terminaron haciéndose buenas amigas. Ambas reconocieron que eran buenas competidoras y decidieron repetir la última carrera, pero esta vez corriendo en equipo. En la primera parte, la liebre cargó a la tortuga hasta llegar al río. Allí, la tortuga atravesó el río con la liebre sobre su caparazón y, sobre la orilla de enfrente la liebre cargó nuevamente a la tortuga hasta la meta. Como alcanzaron la línea de llegada en un tiempo récord, sintieron una mayor satisfacción que aquella que habían experimentado en sus logros individuales.
Moraleja: Es bueno ser individualmente brillante y tener fuertes capacidades personales. Pero, a menos que seamos capaces de trabajar con otras personas y potenciar recíprocamente las habilidades de cada uno, no seremos completamente efectivos. Siempre existirán situaciones para las cuales no estamos preparados y que otras personas pueden enfrentar mejor.La liebre y la tortuga también aprendieron otra lección vital: Cuando dejamos de competir contra un rival y comenzamos a competir contra una situación, complementamos capacidades, compensamos defectos, potenciamos nuestros recursos…y obtenemos mejores resultados!
“Para ser exitoso no tienes que hacer cosas extraordinarias. Haz cosas ordinarias, extraordinariamente bien.”

El Secreto


El rabino Amran Anidjar nos enseña que cada uno, en el transcurso de su vida, preguntará a menudo acerca de cuál es el secreto para lograr la felicidad, qué es lo que causa la tristeza y cuál es la fórmula para poder ser felices en la vida. El rostro común de una persona en la calle, lamentablemente refleja preocupación, apatía, inseguridad y si de repente vemos a alguien feliz, rápidamente nos preguntamos sorprendidos ¿qué le pasa? Y eso sucede porque la gente no se dedica a profundizar y averiguar cuál es la causa de la tristeza y de la felicidad. Nuestros sabios nos explican que la tristeza es consecuencia de la sensación de que nos falta algo, es decir, cuando la persona siente que le falta un hogar, que carece de dinero, que no tiene descendencia, que no tiene una pareja que le quiera, está triste porque no alcanza a tener todo lo que anhela. La felicidad y la alegría se producen cuando logra obtener lo que le faltaba. Si adquiere una casa, está feliz; si logra obtener dinero está satisfecho; si compró un carro, está orgulloso. Por eso dijeron nuestros sabios: que rico es aquel que está feliz con la parte que le corresponde en este mundo. En esta pequeña frase está todo el secreto de la felicidad, ya que nos enseña que no hay ningún problema en que nos fijemos metas y tratemos de alcanzarlas, pero que no nos amarguemos mientras la conseguimos, sino que debemos alegrarnos con lo que tenemos y sentir que no nos falta nada lo que no poseamos, aprendiendo siempre a ver la mitad de vaso lleno y no vacío. Esa fue básicamente la diferencia entre los hijos del Patriarca Itzjak, Esav y Iaacov. Esav dijo: “yo tengo mucho” y Iaacov le contestó, “lo tengo todo”. Aquí está toda la sabiduría, una persona que siente que tiene mucho, le gustará tener “mucho más”, pero si una persona siente que lo tiene todo, no necesitará más nada, alcanzará la abundancia, por lo tanto estará alegre y satisfecha constantemente.
José Melamed

viernes, 28 de septiembre de 2012

La vida....

La vida es demasiado corta para despertar con remordimientos.
 Por lo mismo, ama a las personas que te tratan bien. 
Olvidate de los que no lo hacen. 
Cree en que todo pasa por alguna razón. 
Si te dan una segunda oportunidad, tómala con ambas manos.
 Si cambia tu vida, deja que la cambie. 
Nadie dijo que la vida sería fácil, solo prometieron que valdría la pena vivirla.
 Los amigos son como los globos , una vez que los sueltas, puede que no regresen.
 A veces nos preocupamos tanto de nuestras vidas agitadas y llenos de problemas que ni nos damos cuenta que los soltamos todos.
 Nos enredamos en quien tiene la razón y nos olvidamos realmente de qué es lo correcto hacer y que estamos para disfrutar esta vida y tratar de lograr la mayor felicidad posible. Vivir la vida, no sobrevivir con una mochila a cuestas que cada día se nos hace más pesada...aprender a soltar los problemas, mirar hacia adelante con esperanza y optimismo.
Vive! Vale la pena!

jueves, 20 de septiembre de 2012

Qué es enamorarse?


1. ¿Qué es enamorarse?

Enamorarse. El enamoramiento correspondido hace que nos sintamos felices. Enamorarse es un estado emocional de alegría y felicidad que sentimos cuando nos encontramos fuertemente atraídos por otra persona, a la que idealizamos y le atribuimos toda una serie de cualidades que en la mayoría de los casos magnificamos.En cada persona el enamoramiento surge por causas diferentes y específicas. Vemos en esa persona a un ser encantador que nos cautiva por una serie de cualidades que nos gustan y nos atraen, su manera de ser, comportarse, moverse, belleza, inteligencia, etc. Incluso a veces no encontramos una causa objetiva y concreta que justifique los sentimientos que experimentamos.
Cuando la persona enamorada es correspondida, siente un deseo irresistible de estar con la otra persona, de conocerla y de ahondar en su vida. Pero cuando esto no es así y el enamorado no es correspondido, experimenta un sentimiento de tristeza y frustración que tendrá que ir superando para salir de este estado.


2. Del enamoramiento al amor

El enamorado piensa que ese amor es el definitivo, único e irrepetible y que va a perdurar siempre. Sin embargo, es tan sólo el comienzo de un proceso que puede o no acabar en verdadero amor, y que dependerá en gran medida del conocimiento y el trato que vaya teniendo de la otra persona, conocer sus gustos, preferencias, objetivos etc.
Este proceso consiste en la maduración de ese amor inicial para convertirlo en una amor sólido donde se cimiente una relación duradera y de entrega, dando paso en muchas ocasiones a un proyecto de vida en común o de familia.


3. Falsos enamoramientos

Con frecuencia, algunas personas confundimos el estar enamorado con otras formas de amor o de sentimientos. Debemos tratar de identificarlas y de diferenciarlas del verdadero enamoramiento. Algunas de ellas son:

 Cuando la persona se enamora solamente si hay un obstáculo que impide llevar a cabo una relación, pudiendo ser este obstáculo el propio rechazo de la persona a quien quiere conquistar, o bien la existencia de un rival, o cuando está casada, etc. En tal caso, cuando el obstáculo desaparece y consigue su objetivo, el amor también desaparece.
Cuando una persona se siente atraída por otra como consecuencia de lo que tiene o representa: riqueza, poder, clase social, etc. Es lo que llamamos el amor por interés. Personas que consiguen sus metas a través de otros y se valoran en función de los méritos del otro.
Personas inseguras que engañan a la persona amada para seducirla, con cualidades que no tienen u ocultando defectos. Son personas que conocen muy bien sus limitaciones y que saben como ocultarlas y evitar que el otro las perciba pero, tarde o temprano salen a la luz y es cuando empiezan las decepciones y el otro se siente engañado/a.
Tras una decepción amorosa, hay personas que quieren volver a enamorarse para olvidar el amor que le está haciendo sufrir, mantienen una relación con otra persona con la que se sienten cómodos pero no enamorados, pasado cierto tiempo esta relación fracasa.
El caso de esas personas, sobre todo adolescentes, que creen estar enamoradas de sus ídolos, sienten admiración por lo que hacen o por como son físicamente, y lo confunden con el amor.

4. Cómo mantener el amor

Al comienzo de toda relación es bueno conocer las inquietudes, hobbies y actividades que a cada uno le gusta hacer e intentar respetarlas y, en la medida de lo posible, hacerlas juntos pero, sin forzar situaciones.

No debemos olvidar que también es bueno hacer cosas individualmente y que es un error pensar que las parejas que pasan más tiempo juntas funcionan mejor.

En definitiva, se trata de no perder las ilusiones que siempre habéis tenido ya que, en la medida en que uno está bien consigo mismo lo va a estar para aportar lo mejor de sí a la relación.

Transcurrido un cierto tiempo, se pasa de la euforia del comienzo a la tranquilidad de la vida cotidiana, después de varios años de convivencia se produce el cansancio y el deterioro de algunas parejas que no han puesto los medios para evitarlo y esto junto con la rutina puede conducir al final de la relación.

Para que esto no ocurra y mantengamos la ilusión y entusiasmo, es preciso cuidar día a día nuestra vida en común. ¿Cómo? A través de los pequeños detalles y de la comunicación, intentando cada día un acercamiento mayor, demostrándole además a nuestra pareja que la queremos y haciendo que se sienta feliz a nuestro lado.

Jorge Bucay




lunes, 17 de septiembre de 2012

El cuento de Latif



Latif era el pordiosero más pobre de la aldea. Cada noche dormía en el zaguán de una casa diferente, frente a la plaza central del pueblo.
Cada día se recostaba debajo de un árbol distinto, con la mano extendida y la mirada perdida en sus pensamientos. Cada tarde comía de la limosna o de los mendrugos que alguna persona caritativa le acercaba.

Sin embargo, a pesar de su aspecto y de la forma de pasar sus dias, Latif era considerado por todos, el hombre más sabio del pueblo, quizás no tanto por su inteligencia, sino por todo aquello que había vivido.

Una mañana soleada el rey en persona apareció en la plaza. Rodeado de guardias caminaba entre los puestos de frutas y baratijas buscando nada.

Riéndose de los mercaderes y de los compradores, casi tropezó con Latif, que dormitaba a la sombra de una encina. Alguien le contó que estaba frente al más pobre de sus súbditos, pero también frente a uno de los hombres más respetados por su sabiduría.

El rey, divertido, se acercó al mendigo y le dijo:
- “Si me contestas una pregunta te doy esta moneda de oro.”

Latif lo miró, casi despectivamente, y le dijo:
- “Puedes quedarte con tu moneda, para qué la querría yo? ¿Cuál es tu pregunta?

Y el rey se sintió desafiado por la respuesta y en lugar de una pregunta banal, se despachó con una cuestión que hacía días lo angustiaba y que no podía resolver. Un problema de bienes y recursos que sus analistas no habían podido solucionar.

La repuesta de Latif fue justa y creativa.
El rey se sorprendió; dejó su moneda a los pies del mendigo y siguió su camino por el mercado, meditando sobre lo sucedido.

Al día siguiente el rey volvió a aparecer en el mercado. Ya no paseaba entre los mercaderes, fue directo a donde Lafit descansaba, esta vez bajo un olivar. Otra vez el rey hizo una pregunta y otra vez Latif la respondió rápida y sabiamente. El soberano volvió a sorprenderse de tanta lucidez. Con humildad se quitó las sandalias y se sentó en el suelo frente a Latif.

- “Latif te necesito,” le dijo. “Estoy agobiado por las decisiones que como rey debo tomar. No quiero perjudicar a mi pueblo y tampoco ser un mal soberano. Te pido que vengas al palacio y seas mi asesor. Te prometo que no te faltara nada, que serás respetado y que podrás partir cuando quieras… por favor.”

Por compasión, por servicio o por sorpresa, el caso es que Latif, después de pensar unos minutos, aceptó la propuesta del rey.

Esa misma tarde llegó Latif al palacio, en donde inmediatamente le fue asignado un lujoso cuarto a escasos doscientos metros de la alcoba real.
En la habitación, una tina de esencias y con agua tibia lo esperaba.

Durante las siguientes semanas las consultas del rey se hicieron habituales.
Todos los días, a la mañana y a la tarde, el monarca mandaba llamar a su nuevo asesor para consultarle sobre los problemas del reino, sobre su propia vida o sobre sus dudas espirituales.

Latif siempre contestaba con claridad y precisión.

El recién llegado se transformó en el interlocutor favorito del rey. A los tres meses de su estancia ya no había medida, decisión o fallo que el monarca no consultara con su preciado asesor.

Obviamente esto desencadenó los celos de todos los cortesanos que veían en el mendigo-consultor una amenaza para su propia influencia y un perjuicio para sus intereses materiales.

Un día todos los demás asesores pidieron audiencia con el rey. Muy circunspectos y con gravedad le dijeron.

- “Tu amigo Latif, como tú llamas, está conspirando para derrocarte.”

- “No puede ser” dijo el rey. “No lo creo.”

- “Puedes confirmarlo con tus propios ojos,” dijeron todos. “Cada tarde a eso de las cinco, Latif se escabulle del palacio hasta el ala Sur y en un cuarto oculto se reúne a escondidas, no sabemos con quién. Le hemos preguntado a dónde iba alguna de esas tardes y ha contestado con evasivas. Esa actitud terminó de alertarnos sobre su conspiración.”

El rey se sintió defraudado y dolido. Debía confirmar esas versiones.

Esa tarde a las cinco, aguardaba oculto en el recodo de una escalera.
Desde allí vio cómo, en efecto, Latif llegaba a la puerta, miraba hacia los lados y con la llave que colgaba de su cuello abría la puerta de madera y se escabullía sigilosamente dentro del cuarto.

- “Lo visteis” gritaron los cortesanos, “lo visteis?”

Seguido de su guardia personal el monarca golpeó la puerta.

- “¿Quién es?” dijo Latif desde adentro.

- “Soy yo, el rey,” dijo el soberano. “Ábreme la puerta.”

Latif abrió la puerta.

No había nadie allí, salvo Latif.

Ninguna puerta, o ventana, ninguna puerta secreta, ningún mueble que permitiera ocultar a alguien.

Sólo había en el piso un plato de madera desgastado, en un rincón una vara de caminante y en el centro de la pieza una túnica raída colgando de un gancho en el techo.

- “¿Estás conspirando contra mi Latif?” pregunto el rey.

- “¿Cómo se te ocurre, majestad?” contesto Latif. “De ninguna forma, ¿por qué lo haría?”

- “Pero vienes aquí cada tarde en secreto. ¿Qué es lo que buscas si no te ves con nadie? ¿Para qué vienes a este cuchitril a escondidas?”

Latif sonrió y se acercó a la túnica rotosa que pendía del techo. La acarició y le dijo al rey:

- “Hace sólo seis meses cuando llegué, lo único que tenía eran esta túnica, este plato y esta vara de madera” dijo Latif. “Ahora me siento tan cómodo en la ropa que visto, es tan confortable la cama en la que duermo, es tan halagador el respeto que me das y tan fascinante el poder que regala mi lugar a tu lado…  que vengo cada día para estar seguro de no olvidarme de QUIÉN SOY Y DE DÓNDE VINE”.

ASÍ ES:
NUNCA DEBEMOS OLVIDAR QUIENES SOMOS Y DE DONDE VENIMOS, LA VIDA DA MUCHAS VUELTAS Y PODEMOS REGRESAR SIEMPRE AL MISMO LUGAR!!

Jorge Bucay


Si...


Si piensas que estás vencido, lo estás.
Si piensas que no te atreves, no lo harás.
Si piensas que te gustaría ganar pero no puedes, no lo lograrás.
Si piensas que perderás, ya has perdido.

Porque en el mundo encontrarás que el éxito comienza con la voluntad del hombre.
Todo está en el estado mental.
Porque muchas carreras se han perdido antes de haberse corrido, y muchos cobardes han fracasado, antes de haber su trabajo empezado.

Piensa en grande y tus hechos crecerán.
Piensa en pequeño y quedarás atrás.
Piensa que puedes y podrás.

Todo está en el estado mental.
Si piensas que estás aventajado, lo estás.
Tienes que pensar bien para elevarte.
Tienes que estar seguro de ti mismo, antes de intentar ganar un premio.
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana, es aquél que cree poder hacerlo.

Rudyard Kipling


jueves, 13 de septiembre de 2012

La Regla del Oso


Muchas veces  confundimos sueños con expectativas sin darnos cuenta  que, mientras los sueños nos abren el mundo, las expectativas nos encierran en la espera pasiva de lo deseado…
¿Por qué nos aferramos sorprendentemente a ellas? ¿Qué pasa si no puedo aceptar tener  que renunciar a lo que “tanto deseo“?
¿Qué pasa si siento que no puedo armar mi proyecto de vida?
Tenemos un deseo determinado. Queremos algo con el alma, con todo nuestro ser. Soñamos día y noche con tenerlo. Este es el momento de aplicar una regla básica: La regra del oso idiota.
Esta regla comienza  con la “O” del oso. ¿Usted quiere algo? Obténgalo!!! “Obtenga” lo que usted quiere, juéguese la vida  para obtenerlo!!! corra el riesgo!!!, comprométase con su deseo!!! ¿Qué busca? ¿El amor de ésa persona “tan especial”?… ¿Esa casa “tan soñada”?… ¿Ese trabajo?… Vaya, salga a buscarlo y obténgalo!!!
Pero…, uno puede darse cuenta que a veces es imposible obtener lo que quiere. Entonces, ¿qué dice  la regla en segundo lugar? ¿No puede “obtener” lo que quiere?… (Y siguiendo con la “S”, la segunda letra del oso) Nos dice: Sustitúyalo!!! “Sustitúyalo” por otra cosa!!! – Esa persona “tan especial y única” no me quiere… Pues bien, que lo quiera otra persona. – Esa otra tampoco me quiere…. Entonces, busque un marinero!!!
Cómprese una mascota!!! – Ah… No!!! Imposible sustituirla!!! “Como ésa persona no hay…”
Entonces, ¿qué nos dice la regla en tercera  instancia?… ¿No lo pudo “obtener”?… ¿No lo puede “sustituir”?… Y siguiendo con la “O”, la tercera letra del oso) Nos dice:Olvídelo!!! -Ah No, “Imposible”….. ¿Cómo imposible? – Siii, “Imposible olvidarla!!!” “Éso si que es i-m-p-o-s-i-b-l-e!!!”
Ahhh… “¿Imposible?”
Entonces… si no lo puede OBTENER, si no consigue SUSTITUIRLO, si no quiere OLVIDARLO… La “Regla” dice que Ud. es un “IDIOTA”.
Quedando así constituida “LA REGLA DEL OSO IDIOTA”.
Tal vez no sea tan fácil  “decidir” que puedo Olvidar. “SI” puedo “decidir” no quedarme pegado a lo que creo que es imposible. Y éso es lo neurótico, lo ridículo, lo “idiota”.
Jorge Bucay

La Cumbuca


Aquí está el origen del proverbio: “Mono viejo no mete la mano en la cumbuca”
En la India, los cazadores abren un pequeño agujero en un coco, colocan una banana adentro y se esconden. El mono se acerca, toma la banana, pero no consigue sacarla, porque su mano cerrada no pasa por la abertura. En lugar de dejar la fruta, el mono se queda allí luchando contra lo imposible, hasta ser atrapado.
Lo mismo pasa en nuestras vidas. La necesidad de tener determinada cosa hace que terminemos prisioneros de ellas. No percibimos que es mejor perder un poco, que perder todo.
Permanecemos en la trampa, no abrimos la mano que tiene lo que conseguimos. Nos juzgamos sabios, pero – en lo profundo del corazón- sabemos que es una idiotez obrar así.
Paulo Coelho

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Murió la persona que impedía tu Crecimiento


Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:
"Ayer falleció la persona que impedía el crecimiento de Usted en esta empresa. Está invitado al velorio, en el área de deportes".

Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidad por saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.

La agitación en el área deportiva era tan grande que fue necesario llamar a los deseguridad para organizar la fila en el velorio.

Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba:

¿Quién será que estaba impidiendo mi progreso? ¡Qué bueno que el infeliz murió!!

Uno a uno, los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.

Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo, ...cada uno se veía a si mismo.... con el siguiente letrero:

"Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento: ¡TU MISMO"!Tú eres la única persona que puede hacer una revolución en tu vida.

Tu eres la única persona que puede perjudicar tu vida, y tu eres la única persona que se puede ayudar a si mismo.

TU VIDA NO CAMBIA CUANDO CAMBIA TU JEFE, CUANDO TUS AMIGOS CAMBIAN, CUANDO TUS PADRES CAMBIAN, CUANDO TU PAREJA CAMBIA. TU VIDA CAMBIA, CUANDO TU CAMBIAS, ERES EL ÚNICO RESPONSABLE POR ELLA. "EXAMÍNATE.. Y NO TE DEJES VENCER"

"El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como tu encaras la vida es lo que hace la diferencia"

viernes, 7 de septiembre de 2012

El Tren De La Vida


La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques y profundas tristezas en otros.

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.  Lamentablemente, la verdad es otra. Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.  No obstante, esto no impide a que se suban otras personas que nos serán muy especiales.

Llegan nuestros hermanos, nuestros amigos y nuestros maravillosos amores. De las personas que toman este tren, habrá los que lo hagan como un simple paseo, otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite. 

            Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente; otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.
Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos..., pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento. 

No importa; el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas..., pero jamás regresos. Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan de mejor. Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos ya que nosotros también muchas veces titubearemos y habrá alguien que nos comprenda. 

El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado. Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia... Creo que sí. Separarme de algunos amigos de los que me hice en el viaje será doloroso.
Dejar que mis hijos sigan solitos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.  Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso.

Amigos, hagamos que nuestra estadía en este tren sea tranquila, que haya valido la pena.  Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan. 

jueves, 6 de septiembre de 2012

LA CRITICA CONSTRUCTIVA



La crítica se asocia generalmente al dedo acusador que señala nuestras faltas y defectos. 
No hay mejor manera de conseguir que alguien se "cierre" y adopte una actitud defensiva que señalarle sus errores, si es posible en tono de reproche o censura. Se dirá que esta reacción depende de la susceptibilidad de quien recibe el mensaje, y es verdad. Algunas personas se ofenden fácilmente cuando son confrontadas con sus fallas, mientras que otras escuchan con atención e interés este tipo de comentarios.

 Sin embargo, el modo como se formula la crítica lleva también parte de la responsabilidad.
Algunos señalamientos constituyen formas de descargar la ira sobre otra persona, alimentada tal vez por resentimientos largamente acumulados. El crítico se propone demostrar a su interlocutor -pareja,pariente, amigo- lo malo o injusto que fue. En otros casos, el cuestionamiento toma la forma de una sugerencia o de un pedido. Aquí la finalidad es promover un cambio en el comportamiento del otro, o al menos inducirlo a reflexionar sobre tal posibilidad.
 ¿Por qué algunas críticas generan resistencia o malestar y otras, en cambio, favorecen el diálogo y el intercambio de ideas? Examinemos brevemente los siguientes ejemplos, los cuales ilustran tres modos de formular el mismo planteo:
"Sos un egoísta, sólo te interesan tus cosas."
"Me molesta que me interrumpas y cambies de tema cuando te cuento algo."
"Me gustaría que me escucharas y que formularas alguna pregunta o comentario cuando te comento cómo me fue en el trabajo. De ese modo sentiría que te interesa lo que digo y estaría más dispuesta a prestarte atención cuando me cuentes tus cosas."
El primer enunciado califica a la otra persona de egoísta y no le indica cuál es exactamente la conducta cuestionada ni qué debe hacer para modificarla. Lo más probable es que el receptor de la crítica procure defenderse y demostrar lo injusto del reproche, acusando a su vez a quien realiza el planteo.

En el segundo caso la crítica se centra en lo que el otro hace y no en lo que el otro es. En lugar de cuestionar globalmente a la otra persona aludiendo a su presunta condición de egoísta, describe con claridad y precisión el comportamiento que debe modificarse. Para quien recibe el mensaje resulta más fácil admitir que se conduce equivocadamente en alguna situación, por ejemplo que interrumpe ocasionalmente a su compañera, que reconocer un rasgo de su personalidad tal como el egoísmo.

De manera similar, el tercer ejemplo pone énfasis en una conducta específica y no en la personalidad global del aludido. Sin embargo, en vez de señalar el comportamiento censurado (aquello que me molesta) describe directamente la conducta alternativa que se sugiere (lo que me gustaría que hiciera). 
Es un planteo positivo, porque propone un comportamiento concreto a la otra persona y le indica cuáles son sus ventajas, en lugar de focalizarse en lo inadecuado de su conducta actual.

Con frecuencia callamos nuestro disgusto con actitudes de familiares o seres queridos por temor a ofenderlos o a generar una pelea. Al actuar de ese modo quedamos molestos o resentidos por no haber expresado nuestra discrepancia y privamos a la otra persona de una información que puede resultarle útil. 
Proponer conductas alternativas nos permite formular sugerencias concretas y respetar,al mismo tiempo, la integridad y dignidad de nuestros semejantes. Más que una técnica de comunicación, el hábito de la crítica constructiva supone un encare pragmático de las relaciones interpersonales y una apuesta al individuo como agente potencial de su propio cambio.



* Del libro: «60 mentiras que nos complican la vida», Dr. Alberto Chertok. Centro de Terapia Conductual,