jueves, 18 de abril de 2013

Planificar la vida


Un amigo me dio una lección de cómo planificar la vida.
 El es un ingeniero que en su momento tenía diez empleados a su cargo.
 Trabajó para empresas petroleras y sus ocupaciones eran de muchísima responsabilidad. 
Un día conversando me dijo: cumplí sesenta y cinco años, si Dios lo permite me quedan entre quince a veinte años más de vida.
 Económicamente tengo suficiente para cubrir todas las necesidades que pueda tener. He decidido seguir trabajando a tiempo parcial, solo para estar en contacto con el mundo que me rodea, pero dedicaré la mayor parte de mi tiempo a viajar y hacer todas aquellas cosas que siempre soñé. A partir de ahora, disfrutaré todo lo que pueda.

Creo que alcanzar metas económicas es algo natural en cada uno de nosotros. Todos queremos tener una casa con todo el confort, un auto nuevo y todo lo que deseamos. Todo eso está muy bien. Lo malo está en dejar las cosas más importantes para perseguir objetivos económicos y materiales de una manera desmedida y ambiciosa, como si fuéramos a estar en este mundo para siempre.
Debemos mirar dónde está el techo de nuestros objetivos. Debemos ser sabios administradores de nuestro tiempo y aprender a darnos el espacio para disfrutar de todo lo que hemos logrado con esfuerzo. Si lo dejamos para más tarde, pensando que todavía vamos a vivir por muchos años, nos equivocaremos. El día es hoy y el tiempo es ahora…

No hay comentarios: